Las pruebas de que nuestros parientes extintos cazaron delfines y focas aparecieron en 2008 y demostraron la sofisticación de sus hábitos alimentarios. Sin embargo, en 2009 los científicos afirmaron que los neandertales no eran bastante inteligentes para cazar peces ni aves, lo que podría haberles hecho más fácil la vida cotidiana.
El equipo de científicos a cargo de John Fa estudió los esqueletos de animales hallados en tres excavaciones arqueológicas de España y Francia.
Según el estudio, hace unos 30.000 años los restos de grandes animales, como ciervos, eran abundantes en las cuevas. Sin embargo, con la extinción de los neandertales aparecieron más restos de conejos. Así los científicos suponen que los humanos tuvieron más éxito al cambiar sus hábitos para empezar a cazar conejos.
No está claro por qué los neandertales encontraron la caza de conejos difícil. Según Fa, tendrían problemas para coordinarse. En vez de usar lanzas, los Homo sapiens aparentemente rodeaban la madriguera con antorchas, cuyo humo hacía que los conejos salieran.
Sin embargo, Bruce Hardy, científico de Kenyon College, del estado de Ohio, EE.UU., cuestiona la interpretación de Fa. Aunque admite que los Homo sapiens pudieron comer más conejos que los neandertales, ninguna de las dos especies consumía exclusivamente la carne.