Ciencias
Cálculos de alta precisión establecen la distancia entre la Tierra y su galaxia vecina
Un equipo internacional de astrónomos ha medido con un 2% de margen de error, la máxima precisión lograda jamás, la distancia que separa a la Tierra de nuestra galaxia vecina, la Gran Nube de Magallanes, que se encuentra a unos 163.000 años luz.
Esta revelación forma parte de los resultados de una investigación difundida en la revista 'Nature'. La medición, además, aporta datos que amplían nuestro conocimiento sobre la tasa de expansión del universo, lo que se conoce como la’ constante de Hubble’.
El estudio, liderado por Wolfgang Gieren, de la Universidad de Concepción (Chile), ha sido realizado con datos obtenidos por los telescopios instalados en el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), en Chile, además de por otros telescopios situados alrededor del mundo.
La exactitud de la medición ha sido posible gracias a un nuevo método utilizado por un equipo internacional que ha observado con gran minuciosidad un sistema binario de estrellas ‘eclipsantes’, las que orbitan una alrededor de la otra y cuyo brillo se reduce al cruzar una por delante de la otra.
Según los expertos, observando estos cambios en la luminosidad y midiendo las velocidades orbitales se puede conocer el tamaño, la masa y otros detalles de estas estrellas que, combinados entre sí, hacen posible lograr mediciones más exactas.
Los expertos trabajan ahora para mejorar el cálculo con un margen de error del 1%, indicó Dariusz Graczyk, otro de los autores del estudio.
El estudio, liderado por Wolfgang Gieren, de la Universidad de Concepción (Chile), ha sido realizado con datos obtenidos por los telescopios instalados en el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), en Chile, además de por otros telescopios situados alrededor del mundo.
La exactitud de la medición ha sido posible gracias a un nuevo método utilizado por un equipo internacional que ha observado con gran minuciosidad un sistema binario de estrellas ‘eclipsantes’, las que orbitan una alrededor de la otra y cuyo brillo se reduce al cruzar una por delante de la otra.
Según los expertos, observando estos cambios en la luminosidad y midiendo las velocidades orbitales se puede conocer el tamaño, la masa y otros detalles de estas estrellas que, combinados entre sí, hacen posible lograr mediciones más exactas.
Los expertos trabajan ahora para mejorar el cálculo con un margen de error del 1%, indicó Dariusz Graczyk, otro de los autores del estudio.
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