La agencia espacial estadounidense originalmente había previsto que los fenómenos de las auroras boreales serían intensos durante el invierno 2012-13. Sin embargo, a finales de febrero se informó que se había detectado una colosal mancha solar y que podría desencadenar en erupciones solares.
Ahora los nuevos datos revelan que esta actividad podría causar otro invierno de espectáculos de luces impresionantes, lo que constituiría un segundo pico de actividad solar.
Dean Pesnell, destacado miembro de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de la NASA, comentó que “esta mancha se ve diferente de lo que esperábamos, es el doble”.
El Sol está en medio de una fase activa y se espera que alcance el pico de actividad durante este 2013.