Para llevar a cabo esta intervención quirúrgica, sin precedentes en la historia médica, en primer lugar los científicos escanearon en 3D el cráneo del paciente.
La empresa responsable de desarrollar las piezas llamadas OsteoFab, fue Oxford Performance Materials. La compañía logró crear una serie de placas de un polímero orgánico llamado PEKK, que cuentan con pequeñas perforaciones que facilitan el crecimiento celular y la regeneración ósea.
Una de las grandes ventajas que ofrecen este tipo de implantes es su compatibilidad con los tejidos humanos. Además, de acuerdo con la firma, tiene un elevado nivel de adaptación a la anatomía de cada paciente y no interfieren con los rayos X.
Oxford Performance Materials tarda únicamente dos semanas en crear las piezas desde el momento en el que recibe los escaneos en 3D.
El invento podría ayudar a miles de pacientes y hacerlo además en un tiempo récord. Según los desarrolladores de las placas OsteoFab, más de 500 personas en EE.UU. podrían beneficiarse de esta técnica, que presenta menos riesgos que los implantes tradicionales.