En el marco del Proyecto 1640 los astrónomos pudieron recoger las huellas químicas de cuatro exoplanetas. Es la primera vez que los científicos fueron capaces de penetrar en la luz de las estrellas para analizar los elementos químicos de esa luz que forma sus atmósferas.
Antes la luz excesivamente brillante de las estrellas no permitía a los telescopios ver claramente los elementos que las orbitan. Pero, como auguran los científicos, las nuevas capacidades desarrolladas para el Proyecto 1640 permiten la rápida caracterización de los exoplanetas, recogiendo información sobre sus atmósferas y temperaturas superficiales.
Aunque los exoplanetas resultaron "muy tóxicos y calientes" para poder sostener vida, los científicos creen que las técnicas que se están desarrollando actualmente darán algún día a la humanidad la "primera evidencia segura de la existencia de vida en un planeta fuera de nuestro sistema solar", según el científico Ian Parry, del Instituto de Astronomía de Cambridge.
La descripción detallada del estudio se publicará en la revista Astrophysical Journal, según publica el sitio web de la Universidad de Cambridge.