Aumentan los problemas sanitarios en la frontera entre EE. UU. y México

Los habitantes de la zona fronteriza entre los EE. UU. y México padecen de gran número de enfermedades crónicas. Esta circunstancia pone en peligro la financiación del sistema público en ambos lados de la frontera.

Las enfermedades principales que padece la gente de esa región son males cardiovasculares, diabetes, cáncer y dolencias de hígado. Además, mucha gente no tiene cobertura médica simplemente por no poder encontrar trabajo.

Actualmente, los EE. UU. están en una dura lucha por reestructurar su sistema sanitario, una medida que cada vez parece más necesaria para muchos analistas. Hasta ahora, de hecho, a pesar de ser bastante costoso, el sistema no se mostró muy eficaz y tampoco pudo ofrecer un aumento notable de la calidad de la asistencia médica, en comparación con otros países desarrollados. La reforma estadounidense del sistema de sanidad prevé que 31 millones de norteamericanos desprotegidos en este sentido reciban cobertura médica.

La gran diferencia entre el sistema de sanidad de los EE. UU. y el de México provoca numerosos problemas de acceso a servicios médicos en la frontera entre los dos países. La región fronteriza sufre por la falta del personal médico y  de programas de sanidad pública.