En su último estudio, presentado en la revista 'Science Translational Medicine', los investigadores del Hospital General de Massachusetts, junto con colegas de la Universidad de Harvard, llegaron a la conclusión de que es la modificación de la microbiota del tracto digestivo (flora intestinal), es decir, el cambio en la proporción de bacterias, lo que favorece a la pérdida del peso.
Estudios anteriores indican que los pacientes con obesidad, especialmente aquellos con diabetes de segundo tipo, sometidos a la operación Roux-en-Y Bypass Gástrico, mostraban un mejoría aún antes de perder peso, lo que hizo pensar a los cirujanos y expertos en obesidad que la operación cambia no solo la autonomía, sino también el metabolismo y el funcionamiento del sistema endocrino. Es decir, la operación quirúrgica hace algo más que solo reorganizar el tracto digestivo.
Los investigadores de Massachusetts y Harvard sometieron a Roux-en-Y Bypass Gástrico a un ratón que, como se esperaba, experimentó un descenso notable de peso. Como parte del experimento, los científicos transferieron la microbiota del ratón operado a un ratón obeso que no se había sometido a la cirugía Roux-en-Y Bypass Gástrico y comprobaron que empezaba a perder peso.
Lee Kaplan, profesor de medicina en Harvard y uno de los autores del estudio, asegura que “el efecto del bypass gástrico no es solo anatómico como se pensaba, sino también fisiológico”, sostiene.