Según el científico Anthony Irving, de la Universidad de Washington, que anunció el hallazgo del meteorito verde durante la Conferencia Lunar y Planetaria realizada en Woodlands (Texas), el meteorito en cuestión tiene una antigüedad de 4.560 millones de años.
"Podría ser una muestra de Mercurio o de un cuerpo más pequeño que Mercurio, pero muy parecido a Mercurio", subraya Irving, que hace notar que se trata de un meteorito muy distinto a los que estamos acostumbrados a ver.
El NWA 7325 tiene una baja intensidad magnética en comparación con cualquier otra roca encontrada hasta le fecha. Precisamente, la sonda Messenger de la Nasa —actualmente en órbita alrededor de Mercurio— ha revelado el bajo nivel de magnetismo del planeta, muy similar al que presenta la roca.
Además, el meteorito contiene muy poca cantidad de hierro, al igual que Mercurio, y no presenta ningún marcador químico que le identifiquen, como por ejemplo, los meteoritos procedentes de Marte, que están impregnadas de la atmósfera marciana, por lo que para los científicos resulta fácil distinguirlos de otras rocas.