La erupción estuvo acompañada de la expulsión de material solar y los satélites registraron un aumento del flujo de protones a un nivel peligroso para el equipo espacial. Los expertos han emitido una advertencia, dijo a RIA Novosti el director del Centro de Pronósticos del Clima Espacial del Instituto de Magnetismo Terrestre, Ionosfera y Propagación de Ondas de Radio (IZMIRAN), Sergúei Gaidash.
El científico agregó que el Sol suele estar "tranquilo" y que en los meses del invierno boreal no hubo tormentas magnéticas.
En marzo científicos norteamericanos alertaron de un pico de gran actividad solar en 2013. Ello podría provocar la formación de grandes manchas solares, aumentando el riesgo de fuertes tormentas de Sol que amenacen la Tierra.