El Pentágono, ¿a un paso de 'reclutar' soldados robot con cerebros 'humanos'?

El Departamento de Defensa de EE.UU. podría estar en la última fase de creación de un nuevo tipo de robots con autonomía de pensamiento.
Desde su inicio en 2009, el programa de la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA), ha recibido millones de dólares para investigación con la esperanza de lograr replicar el cerebro humano. 

Sandra Erwin, de la revista 'National Defense', analiza en su más reciente publicación este ambicioso programa denominado 'Physical intelligence' (Inteligencia física) que, según la solicitud hecha por el Pentágono, debe conducir a “la comprensión de la inteligencia como un fenómeno físico para hacer la primera demostración de este principio en sistemas electrónicos y químicos”.

Erwin asegura que hoy, cuatro años después de su formación, un equipo de científicos dirigido por el profesor James Gimzewski, de la Universidad de Los Ángeles, California (UCLA), está a tan solo "unos centímetros de la línea de meta" para alcanzar su objetivo.

Gimzewski y su equipo han construido una pequeña máquina que debe permitir a los robots atacar de forma independiente, es decir, sin depender de los códigos informáticos convencionales, sino a través de cables microscópicos que emulan los impulsos eléctricos y químicos enviados desde una célula a otra dentro del cerebro.

“En lugar de mover la información de la memoria al procesador, al igual que los ordenadores convencionales, este dispositivo procesa la información de una forma totalmente nueva”, dice el científico.

Sinapsis sintética


“Lo que diferencia a este nuevo dispositivo, es que tiene nano-alambres interconectados que llevan a cabo miles de millones de conexiones como un cerebro humano, y es capaz de recordar la información. Cada conexión es una sinapsis sintética”, explica.

La revista aclara, no obstante que aún "no está claro si el Pentágono está listo para adoptar esta tecnología para sus sistemas de armamento", citando una declaración de la política del Departamento de Defensa vigente desde 2012 que limita el poder del Pentágono para hacer que los robots sean totalmente autónomos.

A pesar de las limitaciones legales, los proyectos que adelanta DARPA sugieren que es solo una cuestión de tiempo que el Ejército estadounidense adquiera un nuevo tipo de robots guerreros.