Según los científicos, incluso un pequeño aumento en la temperatura actual podría conllevar un significativo deshielo en la península.
Un equipo de científicos de la Universidad Australiana y el Sondeo Antártico Británico perforó un núcleo de hielo de 364 metros en la isla de James Ross, al norte de la península Antártica, para medir de esta forma la temperatura en los últimos mil años.
La jefa del proyecto y científica del centro de investigación de la Universidad Australiana, Nerilie Abram, explicó que las condiciones climáticas más frías se dieron hace 600 años y que en la actualidad se derrite diez veces más hielo que en esa época.
A juicio de Robert Mulvaney, uno de los expertos británicos que formó parte del equipo, el deshielo ocurrido durante la estación veraniega ha "debilitado las capas de hielo en la península Antártica y ha generado una sucesión de derrumbes dramáticos y acelerado la pérdida de glaciares en los últimos cincuenta años".
La investigación ha sido realizada para entender las causas de los cambios ambientales en la Antártida y calcular el impacto del deshielo en el aumento del nivel del mar.
Según los científicos el deshielo en la península se debe en parte al cambio climático provocado por la acción humana y el aumento en la fuerza de los vientos occidentales.
Los resultados del estudio han sido publicados en la última edición de la revista 'Nature Geoscience'.