Los científicos de la Universidad Tecnológica de Múnich, Alemania, han descubierto isótopos de hierro-60 que no se forman de manera natural en nuestro planeta, según el portal Nature News.
La conclusión de un estudio que lleva desarrollándose durante cerca de ocho años es que el Hierro-60 llegó a la Tierra hace unos dos millones de años en forma de ‘salpicaduras’ de una explosión estelar (supernova), anunicó el físico Shawn Bishop en una reciente conferencia de la Sociedad Americana de Física en Denver, Colorado.
El isótopo se conservó en nuestro planeta gracias a unas bacterias magnetotácticas que oxidan las moléculas de hierro. Estos microorganismos incorporaban los isótopos en los cristales de la magnetita (Fe3O4), lo que permitió al Hierro-60 conservarse en el fondo oceánico durante millones de años hasta hoy en día.
De momento los científicos no han determinado con certeza de qué supernova provienen esos isotopos extraterrestres, pero admiten que podría haberse producido en la Asociación estelar de Scorpius-Centaurus, a una distancia de entre 380 y 470 años luz del Sol.