El nuevo sistema óptico es el proyecto del Observatorio Mauna Kea. El telescopio ayudará a los científicos a observar objetos en el universo que están a una distancia de 13.000 millones de años luz de la Tierra. El costo del dispositivo, de acuerdo con estimaciones preliminares, ascenderá a 1.000 millones de dólares y su financiación correrá a cargo de universidades de EE.UU., Canadá, China, India y Japón, informa la agencia lTAR-TASS.
El 'corazón' del dispositivo es espejo retrovisor un gigante formado por 492 piezas, que alcanza un diámetro de más de 30 metros. El tamaño del objeto se refleja en su nombre: Thirty Meter Telescope (TMT, telescopio de 30 metros).
El volcán Manua Kea está muy lejos de cualquier gran ciudad, de manera que la ubicación del observatorio ayuda a los astrónomos a observar tanto en el espectro visible como en el infrarrojo. El cielo en esta zona está despejado 300 días al año, lo que explica la gran acumulación de telescopios en la región, con un total de 13.
La comunidad científica acoge con ilusión la creación de este nuevo observatorio. Sin embargo, los representantes de las tribus locales se muestran categóricamente en contra de la construcción del telescopio, ya que creen que estas instalaciones podrían molestar a los espíritus presentes en el volcán.
El Observatorio Europeo Austral (ESO), por su parte, tiene planeada la construcción en los próximos 10 años en Chile del Telescopio Europeo Extremadamente Grande (European Extremely Large Telescope). El diámetro de su espejo será de hasta 39 metros. Sin embargo, esto es sólo un proyecto que no está concretado. Hasta entonces, el TMT se considera el 'campeón' entre los telescopios de todo el mundo.