No obstante, este curioso territorio insular no era únicamente un error de los mapas del popular buscador. La misteriosa isla Sandy Island, en el sur del océano Pacífico, fue mencionada por primera vez en 1876 por la tripulación del barco Velocity de la Marina británica. Curiosamente, el islote, del tamaño de Manhattan, pasó de los mapas de papel a los de formato digital, como los de National Geographic Society y Google Maps. También aparecía en la base de datos creada por los militares de EE.UU., World Vector Shoreline Database.
Sin embargo, una expedición que estudiaba la tectónica de placas cerca de Nueva Caledonia, ha pasado navegando por el lugar donde supuestamente se encontraba Sandy Island y pudieron comprobar que no existía. "Hemos recopilado la información sobre el fondo marítimo para enviarla a las autoridades relevantes, cambiar así el mapa del mundo” y borrar de allí la isla, contó al periódico ‘Sydney Morning Herald’ Steven Micklethwaite, miembro de la expedición.
¿Pero qué era lo que vio la tripulación del Velocity cuando descubrió la isla fantasma?
Maria Seton, que lidera la reciente expedición, considera que podría tratarse de una balsa grande de pumita o piedra pómez que se forma cuando la lava volcánica se enfría rápidamente y atrapa gas en su interior creando así rocas ligeras que pueden flotar.
De hecho, este fenómeno se pudo contemplar el verano pasado cerca de la costa de Nueva Zelanda tras la erupción del volcán submarino Havre Seamount.