En las imágenes se percibe claramente cómo las líneas azules que emanan del centro de la Tierra se alejan a gran distancia hasta cerrar el paso a las partículas solares, de color amarillo.
Al analizar los datos recogidos por la nave espacial WIND NASA -que ha visitado 17 veces la frontera de la magnetosfera entre 1998 y 2002- los científicos no sólo han logrado recrear una representación coherente del fenómeno, sino que también podrían comenzar a entender mejor este escenario.
"La parte frontal de la magnetosfera está justo en la línea entre el Sol y la Tierra, es un lugar crucial donde es importante comprender hasta los más ínfimos cambios, ya que cada uno puede tener grandes consecuencias", sostiene el investigador David Sibeck del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt. "Al penetrar en la magnetosfera, la radiación solar puede provocar fuertes tormentas geomagnéticas que afectan al funcionamiento de los satélites de comunicación, de los que dependemos enormemente”.