
En sus experimentos, cuyos resultados han sido publicados por la revista 'Science', los científicos determinaron que el punto de fusión del hierro supera los 4.000 grados (bajo la presión de 2,2 millones de atmósferas) y, partiendo de ese dato, calcularon que en 3,3 millones de atmósferas, la presión en la frontera entre el núcleo líquido y sólido de la Tierra, la temperatura sería de unos 6.000 grados.
Las mediciones del equipo francés confirman modelos geofísicos según los cuales la diferencia de temperatura entre el núcleo sólido y el manto superior debe tener al menos 1.500 grados y dan una explicación de por qué la Tierra tiene un campo magnético.