Bruno Escribano, uno de los autores del estudio, añade que "más allá de la Tierra, el mecanismo de formación de los 'brinicle' puede ser importante en el contexto de los planetas y las lunas cubiertos de océanos de hielo".
Los 'brinicles' son el resultado de un proceso natural cuando la salmuera, agua con una concentración alta de sal, se filtra en el hielos en Ártico o en la Antártida hundiéndose en el mar polar, debido a que es más densa que el agua marina, creando así columnas de hielo. El agua que las rodea se congela, pues la temperatura de la salmuera es más baja que el punto de congelación del agua. De esa forma, aparecen columnas de hielo blando con salmuera dentro que se hienden en el fondo.
Se trata de un fenómeno poco explorado que fue descubierto solo en los años sesenta del siglo XX. Solo en 2011 un grupo de periodistas británicos logró filmarlos por primera vez en el océano Antártico.