"No hay sector en la sociedad que no haya sido transformado por el invento de la web en un laboratorio físico", señaló a través de un comunicado el director del CERN, Rolf Heuer. "Desde la investigación hasta el mundo de los negocios y la enseñanza, la web ha estado remodelando las vías de comunicarnos, trabajar, innovar y vivir".
La propia tecnología, que incluía el lenguaje de etiquetas de hipertexto o HTML y consecutivamente abría un sin fin de enlaces interactivos, fue creada por el físico británico Tim Berners-Lee en 1989. La comunidad científica tardó cuatro años en llenar una "piscina de información", según la describió el propio inventor.
Para aquel momento el número de los servidores que observaban el protocolo de hipertexto (http) apenas superaba las tres decenas. Y el CERN, con sede en Suiza, decidió levantar todas las restricciones de acceso a los datos que querían hacer públicos. En una declaración autorizó la utilización gratuita y libre de la tecnología que habían elaborado.
No hay sector en la sociedad que no haya sido transformado por el invento de la web en un laboratorio físico"Un conjunto de páginas redactado por Berners-Lee en abril de 1993 describía las características de la red: el primer software existente, la forma de acceder a los documentos de otras personas y la manera de configurar un sitio propio. La revolución tecnológica, lanzada desde la computadora personal del físico, no se hizo esperar.
El paso decisorio del CERN facilitó que la herramienta de navegación, tan cómoda hace dos décadas como ahora, fuese desarrollada y adoptada inmediatamente por la sociedad en países como EE.UU., Alemania, Francia, Canadá, Rusia, Japón y más tarde por todo el mundo.
Actualmente un tercio de la población global utiliza distintos servicios de Internet. Cada año se intercambian hasta 330 petabytes de datos, lo que equivale a almacenar 20 veces cada letra escrita en todos los libros publicados a lo largo de la historia.