Fragmentos de roca hallados desvelan el misterio del 'meteorito de Tunguska'

Un científico ruso halla tres fragmentos de roca que confirman que el ‘bólido de Tunguska’, que arrasó una región aislada de Siberia el 30 de junio de 1908 al caer sobre ella desde el espacio, era un cometa.
Hasta ahora, muchos de los investigadores que han analizado el fenómeno opinaban que lo que explosionó a unos cinco o diez kilómetros del suelo en la región de Tunguska fue un meteorito.

Sin embargo, el gran misterio, radica en que, lo que fuera que hizo explosión, según los expertos, no dejó ningún  cráter, "ninguna huella", a pesar de ser el mayor impacto en la Tierra registrado jamás, "1.000 veces más potente que la bomba lanzada en Hiroshima".

Andrei Zlobin, doctor de la Academia Rusa de Ciencias, ha señalado ahora que si bien los fragmentos hallados muestran una corteza de fusión y presencia de regmaglifos, marcas características que se encuentran en la superficie de los restos de algunos meteoritos tras impactar contra la Tierra, los análisis revelan que la densidad del objeto que impactó sería de unos 0,6 gramos por centímetro cúbico, que es la misma densidad del núcleo del cometa Halley.

Por tanto, aunque señala que aún debe hacerse un examen químico ulterior para corroborarlo, según Zlobin, este resultado parece “la excelente confirmación del origen cometario del impacto de Tunguska".