El nuevo aparato es capaz de detectar partículas de explosivos de menos de un miligramo de peso a una distancia de 20 metros, anunció la Comisión Europea en un comunicado a los medios. Los sistemas de reconocimiento por láser y de análisis de datos pueden instalarse en una plataforma con ruedas controlada por radio para inspeccionar de manera autónoma diferentes objetos.
Gracias a las tecnologías ópticas avanzadas, los láseres del dispositivo permiten identificar la composición química y la estructura molecular de las superficies que se investigan. Los rayos láser calientan las partículas del material hasta que adquieren el estado plasmático, y un espectrómetro analiza la composición obtenida tras la evaporación del gas.
El prototipo del nuevo aparato fue elaborado en el marco del proyecto OPTIX (tecnologías ópticas para la identificación de explosivos) liderado por la empresa española Indra y iniciado en 2008 en España con la participación de varios institutos de investigación. El desarrollo del proyecto se llevó a cabo bajo la supervisión de la Comisión Europea, que invirtió en la creación de dichos dispositivos 2,4 millones de euros (más de 3 millones de dólares).
Según los creadores del aparato, la ventaja principal de esta tecnología es que reduce el tiempo que se necesita para inspeccionar distintos objetos y vehículos en busca de explosivos. Alberto Calvo, director de Seguridad de Indra, indicó también que el uso del nuevo sistema de detección "no es ni invasivo ni peligroso".
El prototipo del detector ya fue probado con éxito tanto en laboratorio como en condiciones reales al aire libre. Actualmente, el sistema se está sometiendo a pruebas finales para ponerlo a disposición de la Policía y las fuerzas de seguridad europeas.