En el estudio, realizado durante 12 años, participaron 10.500 mujeres de 47 a 52 años de edad, de las cuales el 24% sufría depresión. Durante el tiempo que duró el experimento, los científicos registraron 117 casos de derrame cerebral primario, lo que indica la interrelación de estas dos dolencias.
"Las recomendaciones habituales para prevenir el derrame cerebral no contemplan la posible repercusión que puede tener la depresión," señala Caroline Jackson, epidemióloga del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Queensland, Australia.
Incluso tomando en cuenta otros factores relevantes (malos hábitos alimentarios, poca actividad física, presión arterial alta, obesidad o diabetes), el riesgo de derrame cerebral continuaba siendo 1,9 veces mayor en las mujeres con depresión.
Aún no está claro por qué la depresión tiene un impacto tan significativo en este grupo de edad, pero los científicos creen que probablemente el motivo sean las inflamaciones corporales que afectan los vasos sanguíneos de las mujeres que padecen depresión.