Este viernes dos erupciones se registraron en la zona solar 1748, que ha sido extremadamente activa durante toda la semana.
El segundo de estos destellos, de clase M3.2, estuvo acompañado de una poderosa eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés).
Una CME, de acuerdo con la NASA, es capaz de lanzar oleadas de plasma y más de mil millones de toneladas de partículas al espacio, que tardan en llegar a la Tierra entre uno y tres días, causando en el planeta el fenómeno meteorológico conocido como 'tormenta geomagnética', que se produce cuando estas partículas entran en contacto con la magnetosfera, la cubierta magnética de la Tierra, durante un prolongado periodo de tiempo.
En este caso, la nube de plasma alcanzó nuestro planeta en menos de un día. Alrededor de las 2.00 GMT de este sábado, el índice Kp, que estima la actividad geomagnética, alcanzó 5, lo que significa que la tormenta geomagnética fue leve (G1).
Las tormentas geomagnéticas son capaces de afectar a los sistemas eléctricos y los sistemas de telecomunicaciones en la Tierra, así como causar auroras polares.