Una de las características de la Luna son sus enormes cráteres que se han ido formando como resultado del impacto de asteroides contra su superficie.
Un grupo encabezado por Jay Melosh, de la Universidad de Purdue, en EE.UU., pone en duda la hipótesis de que los cráteres están compuestos de rocas y suelo lunar, una premisa que también descarta que nuestro satélite contenga restos de asteroides, puesto que, supuestamente, estos se evaporaban tras el impacto.
Gracias a simulaciones informáticas, los astrónomos han analizado lo que pasa cuando pequeños y grandes asteroides chocan contra la Luna, confirmando que casi todos los asteroides que colisionan a menos de 12 km/seg (una velocidad relativamente
baja) dejaron su 'huella' en nuestro satélite.
Melosh y su equipo han tratado de estimar el volumen de estas 'huellas' mediante el cálculo de la velocidad de los asteroides caídos, la profundidad alcanzada por el impacto y el tamaño de los cráteres. Su número es sorprendentemente grande, ya que alrededor de un cuarto de los cráteres lunares existentes puede contener fragmentos de asteroides.
Según un artículo publicado por la revista 'Nature Geoscience', este hecho explica la presencia de rocas geológicamente "imposibles" en la Luna que han sido halladas por sondas espaciales.