Tiene 68 años de edad y es mexicano. Se llama José Salvador Pérez Yáñez y es el primer paciente de América Latina que cuenta con un corazón artificial permanente.
El paciente, originario de la capital mexicana, fue diagnosticado hace 15 años con cardiopatía isquémica (disminución de irrigación sanguínea al corazón). Posteriormente sufrió un infarto cardíaco y los médicos se vieron obligados a colocarle un baipás.
Al cabo de tres años fue sometido a un nuevo método mediante la aplicación de células madre al corazón. Pero no funcionó, ya que cuatro años después su salud se resintió. Y desde hace tan sólo seis meses, José Salvador vive con su nuevo corazón artificial que le permite al miocardio bombear correctamente la sangre.
El caso de Pérez Yáñez fue presentado este lunes por el director general del Hospital de Cardiología, Moisés Calderón Abbo. El cirujano cardiotorácico explicó que este corazón biónico "quedó de por vida [instalado] en el cuerpo del paciente".
Calderón dijo que el dispositivo de asistencia ventricular "es el sistema más moderno; no late, es una especie de turbina de avión de propulsión eléctrica que bombea la sangre que el cuerpo demanda".
Indicó además que se trata de un sistema pequeño que le permite quedarse dentro del cuerpo y ser tan eficiente como el corazón de un atleta".
Actualmente, este ingeniero civil jubilado hace ejercicio y lleva una vida como cualquier otra persona de su edad.
Asegura, bromeando, que sus hijos le llaman "Ironman", pero añade que "ojalá lo fuera, porque mi condición física sería distinta" y recuerda que necesita estar permanentemente recargando la batería que lleva encima y que sólo dura seis horas.
Calderón Abbo recordó que las enfermedades del corazón suponen en México la primera causa de muerte en adultos.
Desde 1993 se realizan en este país norteamericano implantes de dispositivos de soporte cardíaco, pero este es el primero de su tipo en Latinoamérica porque va dentro del paciente y es permanente.