A esa conclusión han llegado los expertos de la NASA, luego de realizar una interpretación de las imágenes de las rocas que contienen lo que parecen unos guijarros. Las imágenes fueron hechas el año pasado, pero solamente este jueves se ha dado a conocer la versión de los científicos estadounidenses, que ha sido publicada en la revista 'Science'.
Se trata de las primeras rocas de Marte que parecen formar parte de un cauce. El tamaño y la forma de esta grava, desde partículas de arena hasta pelotas de golf, permitió a los investigadores calcular la profundidad y la velocidad del agua que fluyó alguna vez en el planeta rojo.
”Como mínimo, la corriente fluía a una velocidad equivalente a un metro por segundo. La profundidad oscilaba desde tobillo hasta la cadera", dice la autora del estudio, Rebecca Williams del Instituto de Ciencia Planetaria de Tucson, en Arizona.
Los guijarros más grandes no se distribuyen de manera uniforme en las rocas. Los investigadores detectaron capas ricas en guijarros y otras en arena. Esto es común en los depósitos de los cauces en la Tierra y proporciona una evidencia adicional para el flujo de agua en Marte. Además, muchas de las piedras están en contacto entre sí, señal de que rodaron por el lecho de la corriente.