"La historia de Marte se codifica en sus minerales", dijo el director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, Álvaro Giménez. "Estas nuevas vistas globales, posibles gracias a la longevidad de la misión Mars Express de la ESA, nos ayudan a abrir los secretos de 4.600 millones de años de evolución planetaria", según Giménez.
De hecho, el macroproyecto desvela uno de los grandes misterios del cuarto planeta del sistema solar: el porqué de su aspecto rojo. Al parecer, el polvo de Marte es el resultado de reacciones químicas provocadas por el contacto con la atmósfera, que causa que rocas con un gran porcentaje de hierro en su composición se vayan oxidando lentamente a lo largo de miles de millones de años. De ahí el color por el que conocemos el planeta.
Las fotografías recopiladas son de una excelente calidad: en color, en 3D y con una resolución de cerca de 10 metros por píxel. Esta precisión ayudará a seleccionar los emplazamientos de las próximas misiones al planeta rojo.
"El atlas que presentamos [el lunes] ayudará a determinar emplazamientos para aterrizajes futuros de la próxima generación de naves y 'rovers' que aterricen en Marte y a identificar ubicaciones de especial interés para misiones futuras tripuladas, lo que ayuda a mantener a Europa al frente de la exploración planetaria", añadió Giménez.
Mars Express ha girado, en estos diez años, 12.000 veces alrededor de Marte para fotografiar sus ríos de lava y sus valles. En ese tiempo ha descubierto, por ejemplo, que Marte albergó agua bajo su superficie durante los primeros miles de millones de años de su historia.
Los expertos suponen que en Marte hubo grandes cantidades de agua líquida, lo que es una posible señal de la existencia de vida. "Pero Marte tiene hoy una superficie seca. Lo que pasó en Marte puede pasar también en la Tierra", señaló el director de Navegación Espacial Tripulada y Misiones de la ESA, Thomas Reiter.
Es por este tipo de similitudes que los científicos consideran que la información aportada en este atlas puede ser clave para descifrar el futuro de la Tierra y, por supuesto, para la exploración del planeta rojo.