Gracias al trabajo realizado por su equipo ya se pueden discernir las diferencias existentes entre el mamífero fósil y los elefantes contemporáneos, destacó el paleontólogo canadiense en una entrevista concedida a la cadena de televisión local CBC. A partir de este conocimiento se han programado una serie de experimentos.
"Tomaríamos un cromosoma del elefante asiático y lo modificaríamos con la información obtenida del mamut", propuso Poinar. "La tecnología disponible en Harvard realmente lo facilita. Se pueden tomar los cromosomas modificados y ponerlos en un óvulo de una elefanta asiática. La idea es inseminar ese óvulo, ponerlo en la elefanta y esperar a que llegue el momento".
A juicio del científico, este experimento podría tardar unos 20 años. Una o varias décadas más serán necesarias para introducir la especie recuperada dentro del ecosistema subártico.
"Si relanzamos al mamut en Siberia, es probable que sea beneficioso para los ecosistemas que se están transformando por el cambio climático". Finalmente se trata de una especie herbívora y no de un dinosaurio carnívoro, recalcó el científico, quien admitió que la cuestión ética también se había planteado antes de proceder a la ingeniería biológica.
Mientras tanto, los paleontólogos de la república rusa de Sajá y sus homólogos surcoreanos consideran posible la clonación de la especie extinta dentro de unos pocos años, a partir de un material genético recuperado íntegramente. El reciente hallazgo de un fósil congelado en la región, con su sangre y tejidos en buen estado de conservación, contribuye a esa esperanza.