Según la publicación, la participación en el proyecto por parte japonesa podría correr a cargo de la empresa Fudzitsu (Fujitsu Limited) y la Universidad de Tokio, y por parte de EE.UU., de la empresa IBM.
Se espera que el trabajo de desarrollo de la nueva supercomputadora comience en el año 2014 y concluya en 2020. El Gobierno japonés tiene previsto asignar al proyecto unos 100.000 millones de yenes (1.030 millones de dólares).
Japón es un líder mundial en la creación de supercomputadoras que pueden ser utilizadas para una amplia gama de tareas, desde el desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos, hasta la predicción de desastres naturales.
En 2011, en el país entró en funcionamiento la supercomputadora Kay, creada por la corporación Fudzitsu en colaboración con el Instituto Estatal de Ciencias Naturales Riken.
La máquina cuenta con una capacidad de 15,1 petaflops (1 petaflop equivale a un trillón de operaciones de punto flotante que realiza la computadora por segundo). Kay se compone de 88.000 procesadores de ocho núcleos. El Estado ha gastado 112.000 millones de yenes (1.420 millones de dólares) en su creación.
Sin embargo, en 2012 el gigante perdió el liderato mundial cuando apareció la la supercomputadora estadounidense Sequoia de 16,3 petaflops, y luego el superordenador Titan que se encuentra en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge, Tennessee, EE.UU., con una potencia de 17,59 petaflops.