Las innovadoras gafas están equipadas con 11 leds que emiten luz infrarroja, invisible para el ojo humano, que brilla cuando la persona pasa por delante de las cámaras o dispositivos del reconocimiento facial.
"La luz de estos leds infrarrojos no puede ser vista por el ojo humano, pero cuando pasa a través del dispositivo de formación de imágenes de la cámara, aparece brillante", explicó el profesor asociado del Instituto, Isao Echizen.
Por el momento la tecnología sólo funciona con cámaras que son sensibles a la luz infrarroja, pero Echizen y su equipo están experimentando con materiales reflectantes en un intento por conseguir el mismo resultado con otras cámaras de detección facial.