Esta nave de la NASA, lanzada hace ya 35 años, se encuentra en una región de la heliosfera, un zona del espacio todavía bajo la influencia del Sol y que por su viento de partículas de energía se parece a una burbuja, señala un artículo de la revista 'Science', que nombra tres investigaciones independientes acerca del paradero de la Voyager-1.
Según informa la Unión Geofísica Americana (AGU), más allá de la heliosfera comenzaría otra zona interestelar. Por lo tanto, si cruzara la frontera de esta misteriosa región, la sonda se convertiría en el primer objeto creado por el ser humano que abandona el Sistema Solar.
De acuerdo con la publicación, los investigadores sospechan que esta área podría ser parte de una zona de contacto más grande entre la heliosfera y el resto del espacio cósmico.
La Voyager-1 fue lanzada el 5 de septiembre de 1977 como parte de un proyecto para estudiar el Sistema Solar exterior. La tarea inicial era el estudio de los planetas gigantes y sus satélites, y los investigadores utilizaron la sonda para analizar los límites del Sistema Solar.
La sonda se convirtió en la primera unidad que fotografió en detalle los satélites de Júpiter y Saturno. Además, la Voyager-1 y su 'gemela', la Voyager-2, ayudaron a los científicos a trazar la 'cuna estelar' de la Vía Láctea y a evaluar otros parámetros de formación de estrellas en nuestra galaxia.