Los investigadores canadienses examinaron a 1.134 mujeres con cáncer de mama y 1.179 mujeres de la misma edad sin la enfermedad y encontraron que aquellas que trabajaban como enfermeras, señoras de servicio, trabajadoras sociales, trabajadores de tiendas, servicio de llamadas y otras personas que tenían turnos de noche por un largo plazo presentan el doble de riesgo de desarrollar la enfermedad que aquellas que no tenían esos turnos. Alrededor de un tercio de las mujeres con la enfermedad tenía un historial de trabajo nocturno.
Sin embargo, los expertos advirtieron que el aumento del riesgo de cáncer aún no se ha confirmado. La doctora Jane Green, epidemióloga de la Universidad de Oxford, asegura que este estudio describe más detalladamente la historia ocupacional que muchos otros, pero las evidencias aún no son suficientes para estar 100% seguros.
Por su parte, Hannah Bridges, de la organización benéfica Breakthrough Breast Cancer, pidió a las mujeres que no se asusten y más bien intenten llevar una vida más saludable. "Tenemos que entender mejor por qué el trabajo nocturno podría aumentar este riesgo. El trabajo por turnos puede conducir a desarrollar malos hábitos en las personas que podrían aumentar de forma independiente el riesgo de cáncer de mama", explicó.