El estudio fue llevado a cabo por un grupo de investigadores liderado por el científico planetario holandés Wim van Westrenen, de la Universidad Libre de Ámsterdam.
Según él, la Luna era una parte de la Tierra que se desprendió de ella a causa de una enorme explosión que tuvo lugar en el núcleo de nuestro planeta.
De acuerdo con los resultados de la investigación, publicados en la revista 'New Scientist', la explosión se produjo hace 4.500 millones de años.
El científico cree que para que se formara la Luna se requirió una gigantesca expulsión de energía de una fuerza similar a la que producirían 40.000 millones de bombas atómicas de la potencia de la de Hiroshima.
"Una explosión nuclear es lo único que podría emitir la energía necesaria con la suficiente rapidez" para dar origen a la Luna, afirmó van Westrenen.
Según los investigadores, esta teoría de un reactor nuclear natural podría explicar por qué la Tierra produce más energía de la que recibe del Sol.