La excepcional teoría fue presentada en un simposio de la Royal Society sobre nuestro satélite y abre el debate acerca de si alguna vez dos lunas coexistieron con la Tierra. En caso de que ambos cuerpos celestes se hubieran formado al mismo tiempo, los científicos proponen que el más pequeño de ellos (la luna desconocida) pudo sobrevivir algunos millones de años para finalmente chocar, aplastarse y fusionarse con la luna más grande (nuestro satélite actual).
Las características que distinguen a una y otra cara de la Luna son el resultado de una "colisión lenta", como lo detallaron los mismos investigadores en un artículo publicado en la revista 'Nature'. Aquí se resalta un factor relevante: la corteza lunar tiene en su cara oculta hasta 50 kilómetros más de espesor que en la parte visible. Cuando se produjo impacto, hace miles de millones de años, la segunda luna en cuestión -sugieren Asphaug y Jutzi-, "alcanzó una posición orbital estable en el sistema Tierra-Luna".
Las conclusiones de Asphaug y Jutzi respecto a las diferencias entre las dos caras de la Luna se inscriben en el marco de interminables discusiones entre astrónomos en torno a este tema.