En el perímetro del palacio, que mide 1.000 metros cuadrados, los investigadores hallaron varios espacios cerrados, donde se han encontrado vestigios de una industria de metal, recipientes especiales de cerámica y fragmentos de vasos de alabastro que fueron importadas de Egipto. Los arqueólogos hallaron cientos de piezas, incluyendo objetos religiosos, sellos, vasijas y herramientas típicas de la época.
"Esto es una prueba inequívoca de la existencia de un reino que supo establecer centros administrativos en puntos estratégicos" anunció en un comunicado Yossi Garfinkel, de la Universidad Hebrea y Saar Ganor de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA).
Los arqueólogos identifican esta antigua ciudad con la bíblica Saaraim, mencionada en el libro de Josué y en el primer libro de Samuel, donde David gobernó la región durante el siglo X a.C. y donde derrotó al gigante Goliat, según el Antiguo Testamento.
La excavación en este asentamiento es una de las más importantes de los últimos siete años en esta zona, donde los arqueólogos también han descubierto un gran almacén que contiene ollas y objetos, lo que probaría la existencia de una autoridad en Judá.
Se cree que gran parte del palacio fue destruido 1.400 años después de su construcción, durante el período bizantino. Hasta la fecha no se han hallado palacios atribuidos al siglo X antes de Cristo.