"La pintura le ha ayudado a mejorar su comportamiento y le ha dado más confianza. A mí también me ha ayudado; ahora la combino con la terapia del habla para mejorar su capacidad de comunicación", confesó a RT su madre, Arabella Carter-Johnson.
Desde que los médicos le diagnosticaron autismo en 2011, Arabella probó todo tipo de terapias con su hija. Iris pareció responder a la pintura y los progresos no solo se reflejaron en su condición, sino también en los dibujos que hacía.
Arabella compartió algunas de las producciones de la niña en Facebook y la respuesta fue unánime e inmediata: comenzaron a salir interesados en comprar los cuadros que Iris pintaba durante su terapia. Algo que solo ha hecho que ir a más.
"Podríamos haber vendido cada uno de sus cuadros diez veces, pero decidimos poner a la venta solo algunos de los originales y quedarnos con el resto. También vendemos reproducciones para recaudar dinero para su terapia", señaló con orgullo la madre de la precoz pintora.
Hasta ahora, la mayor cantidad que han pagado por una de las obras de Iris es 1.500 libras (unos 2.300 dólares), pero un nuevo cuadro que ha salido a subasta ya ha alcanzado pujas que superan esa cifra.
Algunos han llegado a comparar la técnica de Iris con la del impresionista francés Claude Monet. Sin embargo, sus padres evitan este tipo de tipo de comparaciones y defienden que Iris tiene un estilo propio.
"Veo como prueba técnicas diferentes a su manera... se siente libre y le gusta experimentar. Cada uno de sus cuadros es diferente", afirmó Carter-Johnson.
Los padres de Iris quieren aprovechar la repentina fama de su hija para ayudar a niños con el mismo problema que Iris. "Nos alegramos mucho por Iris, porque su obra está siendo valorada y además sirve para que la gente tome conciencia del autismo", dijo la madre de la pequeña.
El dinero que los padres de Iris recaudan con sus obras lo destinan a pagar las terapias de la niña. Pese a la euforia del momento, la pareja no quiere que su hija se convierta en un mero producto y mantiene presentes las prioridades para este genio de la pintura.
"Teníamos previsto montar una exposición pero, de momento, lo dejaremos para más tarde. Una muestra le requeriría mucho tiempo a Iris y ahora está haciendo grandes progresos. Preferimos centrarnos en su mejoría y organizar la exposición más tarde", señaló la madre.
Aun así, Carter-Johnson tiene en mente escribir un libro sobre la habilidad de su hija y continuará subastando sus cuadros a través de internet.
La pintura ayuda a esta familia a cubrir los elevados costes del tratamiento que Iris requiere, pero la mayor recompensa que obtiene es ver a su hija sonreír ante un lienzo como nunca antes lo había hecho: "Nos llena de alegría verla pintar y, aunque ya nos parezca algo normal, siempre hay un momento en el que nos deja boquiabiertos con cada uno de sus cuadros."