A pesar de estar catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, los agricultores locales reclaman la propiedad de ciertas partes de la necrópolis, por lo que recientemente con ayuda de maquinaria pesada las han destruido para dar paso a la construcción de nuevas viviendas, denuncia la cadena de televisión francesa France24.
Fundada en el siglo VII a.C., Cirene era la colonia griega más antigua y más importante en el este de Libia, una región conocida en la actualidad como Cirenaica. De su grandeza pasada, la ciudad ha conservado una vasta necrópolis que incluye templos, restos de calles, un acueducto, teatros y tumbas.
Sin embargo, los arqueólogos se lamentan por la falta de voluntad de las autoridades locales para intervenir y prevenir la desaparición de este importante patrimonio arqueológico.
"Los objetos antiguos fueron arrojados como si fueran simple basura", relató Ahmed Hussein, profesor de arqueología de la Universidad de Bayda, Libia.
Estas tierras pertenecen tradicionalmente a las familias que viven en los alrededores, pero no tienen documentos que prueben que son los propietarios y sus afirmaciones no son cuestionadas. Bajo el gobierno del derrocado y asesinado líder Muammar Gaddafi, estas personas no se atrevieron a invadir estas tierras, pero ahora, han transformado el lugar arqueológico en una zona de construcción, señala el canal francés.
Los invasores pretenden vender las tierras en parcelas a promotores inmobiliarios y particulares, pero debido a que se van a vender sin ningún tipo de documentos oficiales serán rematadas con precios siete veces menores de lo que realmente cuestan en esa zona.
"Hice todo lo posible para detener este desastre. Apelé, en vano, a las autoridades. Me puse en contacto con las fuerzas de seguridad de la ciudad, y me informaron que no podían intervenir sin un escrito oficial de las autoridades, no han hecho nada para involucrarse. Incluso telefoneé al ministro de Cultura. Le dejé un mensaje y hasta ahora no tengo ninguna noticia", dijo Hussein.
Varios de los propietarios de las tierras señalaron que abandonarían su proyecto si el Estado estuviera dispuesto a concederles otros terrenos a cambio, o compensarlos económicamente. No obstante, la situación de seguridad en Libia no justifica tal grado de inmovilismo
de las autoridades en este caso, agregó el arqueólogo.
Parte de la necrópolis se ha perdido para siempre, y la situación podría empeorar si el Gobierno libio no interviene, ya que alentará a otras familias a destruir el tesoro arqueológico que se encuentra en sus tierras.