El experto en acústica Steve Gosling ha resuelto este misterio tras realizar un seguimiento de los movimientos de la figura durante 24 horas a través de unos sensores que colocó debajo del mueble que exhibía la obra. Los resultados de su investigación aparecieron en una serie en la cadena ITV. Descubrió que la estatua giraba cuando las vibraciones en el ambiente alcanzaban su punto máximo.
"La vibración detectada es una combinación de diferentes fuentes como autobuses que están en el exterior o las pisadas de los peatones en la calle abarrotada de gente", explicó Gosling. Reveló que la estatua tenía una base convexa, por lo que es más susceptible a las vibraciones que otras estatuas en la misma vitrina.