El cardenal Gianfranco Ravasi, ministro de Cultura del Vaticano, presidió la inauguración del 'Cubículo de Lázaro', una pequeña cámara funeraria con imágenes del siglo IV de escenas bíblicas, de los apóstoles Pedro y Pablo, y uno de los primeros romanos enterrados allí en nichos a lo largo de la pared, como era común en la antigüedad.
Lo más curioso es que la catacumba cuenta con dos escenas en las que, según defensores de la ordenación sacerdotal de mujeres, aparecen sacerdotisas. Una, en la capilla griega en tonos ocres, que muestra a un grupo de mujeres que celebran un banquete, que se supone que es la eucaristía. Otro fresco, en una cámara funeraria ricamente decorada, representa a una mujer vestida con una túnica, similar a una sotana, con las manos en la posición usada por los sacerdotes para el culto público.
Sin embargo, Fabrizio Bisconti, superintendente de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra del Vaticano, asegura que los frescos hacen referencia a una "leyenda". A pesar de que la guía oficial de las catacumbas dice que hay "una clara referencia al banquete de la eucaristía" en el fresco, Bisconti dijo que la escena del banquete no era un banquete eucarístico, sino un banquete fúnebre. El experto aseguró que el otro fresco de la mujer con las manos levantadas en oración era solo eso: una mujer rezando.
Gracias a un acuerdo entre Google y el Vaticano, se podrá realizar una visita virtual de 360 grados, que permitirá a los internautas ver los detalles de sarcófagos y pinturas.
El laberíntico cementerio, que se extiende a lo largo de varios kilómetros bajo el norte de Roma, es conocido como la 'Reina de las catacumbas', ya que cuenta con cámaras funerarias de papas y un pequeño y delicado fresco que data de alrededor de 230-240 que muestra la imagen más antigua conocida de la Virgen María con el Niño Jesús.