José María Ribas explica su posición en un ensayo titulado 'Proceso a Jesús' donde, según él, el juicio previo a su muerte en la cruz fue completamente correcto "de acuerdo con lo que se conoce de los criterios normativos aplicables en la época".
El experto, que lleva 25 años investigando este caso, lamenta que se suela interpretar que los judíos montaron un juicio religioso y los romanos uno político. Ambos elementos —afirma— fueron inseparables en ese tiempo, dadas las relaciones entre el delito judío de blasfemia y el delito romano de lesa majestad. En este sentido, el autor del libro explica que "en ambos casos se trata de delitos político-religiosos" porque ponían en duda "tanto a las divinidades como a sus representantes políticos".
El estudio, en el que el autor compara otros procesos coetáneos con el caso de Jesús, cuenta con una bibliografía de casi doscientas fuentes, abarca casi 300 páginas, y concluye con una descripción de los poderes de Poncio Pilato, de cómo transcurría el proceso penal romano y de las relaciones entre el delito romano de lesa majestad con el delito judío de blasfemia.
El profesor subraya que "lo religioso y lo político se mezclaban de una forma difícil de entender desde la mentalidad moderna". "Los personajes que intervienen en el proceso contra Jesús no deben ser considerados perversos. Vivieron en las coordenadas de su tiempo y cumplieron con su deber", explicó Ribas al diario español 'El Confidencial'.
A mediados de este año un abogado keniano solicitó a la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, que revocara la condena a Jesús, esgrimiendo que "sus derechos humanos" habían sido violados.