Encontrados iconos en los muros del Kremlin
En Moscú, en vísperas de la celebración de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, se ha producido un hallazgo que puede convertirse en una sensación y provocar las consecuencias más inesperadas: decidieron examinar los muros del Kremlin y se han encontrado, emparedados, dos antiguos iconos que durante años se habían considerado perdidos. Los frescos del Cristo Salvador y de San Nicolás aparecieron debajo de la capa de estuco que envuelve las torres. Los restauradores se han comprometido a quitar todo el estuco de los iconos antes del final de este verano.
Las imágenes, supuestamente creadas en los siglos XIV-XV, coronaban las puertas de dos torres del Kremlin y dieron los nombres a las construcciones. Así, en la torre del Salvador se hallaba la imagen del Salvador, en la que también figuran los santos Serguéi y Varlaam por ambos lados; y en la torre de San Nicolás, el fresco de Nikola Mozhaiski.
El icono del Salvador es obra del año 1521 y se creó para conmemorar el fin del asedio de Moscú llevado a cabo por las tropas de Guirei, kan de Crimea.
El fresco con la imagen de Nikola Mozhaiski, que data de finales del siglo XV, tiene también una larga historia. En 1812 los franceses, durante su retirada de Moscú, volaron la torre en la que se hallaba. El pináculo de la torre se agrietó y luegose derrumbó hasta la altura del icono con la imagen de San Nicolás; muchos lo interpretaron como un signo de la Providencia y señal de la derrota del ejército de Napoleón en Rusia. En octubre de 1917, la imagen de San Nicolás fue agujereada con balas y cascos de metralla pero el rostro del santo quedó intacto. Muchos moscovitas lo consideraron un milagro.
Los iconos fueron vistos por última vez en los años 30. Después desaparecieron sin dejar rastro. Únicamente quedaron los enchapados de la piedra blanca que en nuestros días pintan a veces primorosamente en blanco, pero a nadie se le ocurrío buscar los frescos dentro del muro.
Serguei Filátov, jefe de la Dirección de Restauraciones de Obras del Arte, comenta: “Debajo de la capa de estuco que veíamos todos los días se encuentra una reja de metal que deja un espacio de 10 cm entre el icono y el muro”.
Los investigadores todavía no han conseguido examinar los frescos detalladamente pero suponen que son los iconos que habían estado buscando durante años: la imagen del Cristo Salvador en la torre del Salvador y el icono de San Nicolás el Milagrero (o San Nicolás de Bari, como se le denomina en Occidente) en la torre de San Nicolás.
Con el hallazgo arqueológico en la Plaza Roja puede surgir una situación política complicada. Si los iconos quedan a la vista, en las torres, los frescos, estarán situados debajo del símbolo del ateísmo: la estrellas roja de cinco puntas.
Además. el problema no se acaba con las estrellas: si se destapan los iconos, entre ellos se encontrarán los restos momificados de Lenin; y, dentro del muro que une las dos torres, las cenizas de los líderes soviéticos. Así, lo que hasta hace poco parecía incompatible (reliquias religiosas e ideales comunistas) resultará unido en un mismo conjunto arquitectónico.