Desmienten la teoría sobre el traslado de las estatuas moái con cuerdas
Un grupo de investigadores británicos que trabaja en la Isla de Pascua en el océano Pacífico (territorio que pertenece a la V región de Valparaíso, Chile), encabezado por los científicos Colin Richards y Sue Hamilton, declaró que no habían encontrado ninguna prueba de la teoría del supuesto traslado de las famosas estatuas moái enposición vertical balanceándolas con cuerdas. Los científicos del Colegio Universitario de Londres y de la Universidad de Manchester llegaron a la conclusión de que las tres principales carreteras que, según la teoría anterior, pudieran servir para transportar las estatuas gigantescas no fueron destinadas al transporte, sino que cumplían un papel ceremonial. "La verdad es que nunca podremos conocer cómo se movían los moái", comentó Richards.
Se cree que montañas enteras desaparecieron para la creación de los moáis. Se supone que las figuras fueron talladas en las canteras del volcán Rano Raraku en la parte central de la isla, y trasladadas después a la costa oceánica. Según las leyendas que cuenta el pueblo de la isla, las estatuas llegaron ellas mismas a pie a los lugares donde están ahora.
El famoso viajero noruego Thor Heyerdahl, que organizó en 1950 una expedición arqueológica a la Isla de Pascua, supuso que los autóctonos habrían trasladado a las estatuas en posición vertical balanceándolos con cuerdas.
Las canteras del Rano Raraku se unen con la costa por las carreteras en las que se pueden encontrar muchos moái caídos que, según la teoría de Heyerdahl, por razones desconocidas dejaron los locales sin tener posibilidad de arrastrarlas hasta la costa. Sin embargo, los grupos de Colin Richards y Sue Hamilton descubrieron que cada estatua caída a lo largo de las carreteras tenía su propio pedestal profundamente hundido en la tierra.
Colin Richards señaló que en la proximidad al volcán se notaba más concentración de moáis con sus pedestales. El grupo llegó a la conclusión de que las estatuas caídas no fueron dejadas a medio camino en la costa oceánica, sino que estaban levantadas a lo largo de las carreteras con esa intención y más tarde se cayeron por causa de la erosión de la tierra.
Según Richards, las estatuas moái levantadas a lo largo de las carreteras, que personificaban a los antepasados fallecidos de la población local, 'guardaban' el camino hacia el cráter de Rano Raraku, la entrada a otro mundo.