Una parte considerable de la escuela se encuentra bajo un campo de cultivo, por lo que los arqueólogos buscan nuevos métodos de investigación no invasiva, como imágenes hiperespectrales aéreas, inducción electromagnética y radar de penetración terrestre, que les han permitido lograr resultados impesionantes, que han publicado en el último número de la revista 'Antiquity'. Reconstruyeron y visualizaron el resultado en un vídeo con todo lujo de detalle.
Por lo menos 80 gladiadores vivían en el edificio de dos plantas. Habitaban celdas de tres metros cuadrados para una o dos personas. En otra parte del edificio, de manera separada, vivían sus entrenadores. Practicamente eran unos prisioneros, afirman los autores de estudio, dirigido por Wolfgang Neubauer de la Universidad de Viena.
La escuela también contaba con una plaza para el entrenamiento en el patio interior. El sitio tenía suelos con calefacción para entrenarse en el invierno, varias termas, enfermerías, cañerías y un cementerio.