Los niveles de resolución sin precedentes del escáner permitieron hacer los descubrimientos más inesperados. Entre ellos, la revelación de que una de las momias, que se encuentra en el ataúd de una mujer y que a lo largo de cientos de años se dio por hecho que era una mujer, de hecho era un hombre.
Otra pieza, la momia de un hombre de Tebas (actual Luxor), demuestra que el proceso de embalsamamiento no siempre se desarrollaba acorde con el plan. "La visualización facial revela una herramienta todavía pegada en la cabeza", comentó al medio el conservador del museo, Daniel Antoine. "Hubo un intento de sacar su cerebro, pero durante el proceso una de las herramientas que pasaba a través de la nariz parece que se rompió y, sorprendentemente, todavía sigue alojada en su interior", explicó.
El mismo hombre, al igual que todas las momias adultas, tenía una caries dental avanzada, con cuatro abscesos separados en la boca. Otros dos individuos todavía tenían una placa calcificada en sus huesos, lo que sugiere que podrían haber sufrido una enfermedad cardiovascular. "Esta nueva tecnología es realmente innovadora, nos permite reconstruir y entender las vidas de estos ochos individuos muy diferentes", dijo Neil MacGregor, director del Museo Británico.