Los arqueólogos de todo el mundo discuten un hallazgo único de sus colegas italianos. En las catacumbas de Santa Tecla, en Roma, se han descubierto los iconos más antiguos de los apóstoles de Cristo. Los frescos con las imágenes de Pedro, Pablo, Andrés y Juan fueron creados a finales del siglo IV.
Los científicos pasaron dos años trabajando en las catacumbas en el centro de Roma. Suponían que en los muros podían encontrar frescos, pero no tenían ni idea de que estaban en unas condiciones tan buenas. La restauración de las imágenes fue posible gracias a la utilización de una técnica con láser que quitó el depósito calcáreo que recubría los frescos.
Los iconos se encuentran en la parte superior de una pequeña cámara funeraria, hecha a petición de una aristócrata romana de fe cristiana. Las pinturas adornan su tumba. "Este descubrimiento demuestra la introducción y la difusión del culto de los apóstoles en los orígenes del cristianismo", comentó Barbara Mazzei, directora de la restauración de esta cámara funeraria, durante una visita organizada por el Vaticano.
Las obras en Santa Tecla costaron al Vaticano 60.000 euros. El responsable de las excavaciones arqueológicas de ese sitio, Fabrizio Visconti, declaró que era el primer caso de la historia del descubrimiento de las imágenes más antiguas de cuatro apóstoles a la vez. Aunque existe un icono del apóstol Pedro de mayor antigüedad que los descubiertos recientemente. "En lo que respecta a Andrés y Juan, se trata de las más antiguas representaciones", afirma Barbara Mazzei.