La Tierra gira al son de la vuvuzela
¿Conoce a la reina de Sudáfrica? No, no es la reina Isabel II como cabeza de la Comunidad Británica de Naciones, tampoco la modelo paraguaya Larissa Riquelme que parece estar ansiosa de quitarse la camiseta para festejar la victoria de su equipo favorito. Ni siquiera la cantante colombiana Shakira con su ‘waka-waka’ puede eclipsar la fama de ésta. Su voz se oye por todas partes…
Es por supuesto la propia vuvuzela. Ese instrumento tan simple y tan asequible, denostado por unos y adorado por los hinchas sudafricanos cuyo sonido monocorde no cesa de oírse desde Sudáfrica durante cada retrasmisión futbolística. Eso sí, ahora no sólo se la puede escuchar en el país africano, al parecer ese 'diabólico instrumento' está en plena gira mundial.
Así un profesor de música de la provincia española de Alicante ha decidido crear una orquesta con la base sonora de este reconvertido instrumento, según comunica EFE.
Al ver cuánta repercusión ha podido adquirir la trompetilla de plástico en el Mundial de fútbol, Pedro Espí-Sanchis ha decidido llegar a las raíces de la música tradicional del país africano formando una orquesta con estudiantes de su escuela, que recorren las calles de la ciudad dando conciertos con la vuvuzela como instrumento principal.
Por supuesto esas melodías no tienen nada que ver con el zumbido monótono de los estadios. El problema del irritante 'sí bemol' que acompaña los encuentros, según Espí-Sanchis, consiste en que éstas allí se tocan “sin orden ni concierto”.
El músico está convencido de que en realidad es un fabuloso instrumento que no sólo permite expresar las emociones ("Soplar fuerte una vuvuzela cuando tu equipo logra un gol es un gran desahogo”, afirma) sino puede proporcionar una verdadera experiencia de alivio y relajación corporal y emocional.
Espí-Sanchis ha podido aplicar la vuvuzela a ritmos tradicionales, introduciendo arreglos musicales a las melodías populares, que ha tenido una gran aceptación no sólo entre sus alumnos sino también entre otros músicos callejeros que se unieron a la nueva orquesta.
"Esto no es una idea original mía, sé desde hace años, tomar un instrumento que hace una única nota y colocarlo como sustento musical de canciones", señala el profesor cuyo objetivo consistía en "reintroducir estos instrumentos entre los sudafricanos, enseñárselos a los niños y al mundo entero, porque son instrumentos mágicos que no cuestan nada y que te dan un poder musical maravilloso".