Uno de los enigmas de Stonehenge es si fue redondo o no: la estructura permite suponerlo, pero faltan algunas piedras y las excavaciones no han permitido hallar nada que indicara que el diseño original fuera diferente. Ahora ha aparecido algo que podría significar que sí lo fue.
Cada año en los meses más calurosos los voluntarios de la organización Patrimonio Inglés (English Heritage) riegan el territorio para mantener la hierba fresca y bien cuidada. Este año la manguera era demasiado corta para que el agua alcanzara donde faltan las columnas. Tim Daw, que regaba la hierba, notó en esa zona que en la hierba seca aparecían los círculos que suelen dejar los objetos pesados tras estar un largo rato sobre la tierra.
"En mi cabeza se encendió una bombilla, recordé que las marcas están donde los arqueólogos habían buscado sin éxito señales que significara que ahí había columnas, y pensé que los círculos podrían ser esta evidencia", contó Daw. "Llamé a mi colega, lo miramos juntos, y él también pensó que podría tratarse de eso. No somos arqueólogos y llamamos a profesionales para que lo evaluaran", añadió.
La revista arqueológica 'Antiquity' ('Antigüedad') ha publicado un artículo en el que expresa la hipótesis de que los círculos sean en realidad las huellas de las columnas que ahora faltan.