En la nota, Bell, que viajaba a bordo del transoceánico y perdió la vida en la catástrofe, describe el caos que se vivió en el momento de zarpar la nave. "Estuvimos a punto de colisionar con el New York y el Oceanic en el momento de abandonar el puerto de Southampton. La corriente producida por nuestras hélices hizo que los dos buques oscilaran cuando pasamos por su lado. Sus cabos de amarre se rompieron y el New York navegó a la deriva por el río hasta que los remolcadores pudieron contenerlo. No se produjo daño alguno, pero en aquel momento parecía un problema grave", cuenta.
Una colisión protagonizada por el entonces mayor barco del mundo nada más iniciar su viaje inaugural se habría considerado una tragedia, pero habría interrumpido, o como mínimo demorado, la nefasta partida de la nave y probablemente habría salvado muchas de las 1.500 vidas que se perdieron días después a causa de un choque con un iceberg.
La reveladora carta será subastada por Henry Aldridge & Sons en la ciudad británica de Devizes por un precio inicial de entre 10.000 y 15.000 libras (entre 16.000 y 24.000 dólares estadounidenses).