El complejo, probablemente erigido en 757 d.C., fue descubierto en el siglo XIX en el centro de Tere-Khol, un lago de gran altitud en Tuvá, en el centro de Eurasia. Dentro de la estructura, explorada varias veces por los científicos, fueron halladas tablillas de arcilla de pies humanos, dibujos antaño de color en las paredes, puertas gigantes y fragmentos de madera quemada. Pero nada ha dado una respuesta definitiva a los interrogantes que existen en torno al origen de Por-Bajin.
Según los expertos, los materiales de construcción y la forma en que el sitio está diseñado apuntan a que fue construido de acuerdo con una tradición arquitectónica típicamente china de la dinastía Tang (618-907 d.C.). El citado medio asevera que, concretamente, el diseño evidencia que se trataba de un complejo comunitario o palacio construido en torno a un monasterio budista.
El periódico concluye que, aunque el debate sobre los orígenes de Por-Bajin continuará durante décadas, no hay duda acerca de su belleza. El presidente ruso Vladímir Putin lo resumió perfectamente tras una visita en 2007: "He estado en muchos lugares, he visto muchas cosas, pero nunca he visto nada parecido".