Lo más sorprendente es que los restos del barco –el timón y el mástil– están en su lugar y en buenas condiciones.
Los investigadores aseveran que la identificación del barco no ha resultado difícil debido a su forma única y a la referencia al modelo (IX-71), que ha permanecido en la proa.
El director del Programa de Patrimonio Marítimo James Delgado anunció que "quieren donar los restos del barco al Registro Nacional de Lugares Históricos". "El barco, único en su género y predestinado para mantener la comunicación global entre submarinos, está vinculado con la historia del desarrollo de la flota marina de EE.UU. y quedará bajo la protección de la Propiedad Estatal", aseguró Delgado.