Los más potentes motores y los últimos éxitos de la industria automotriz mundial se lucen en el Salón Internacional del Automóvil de Moscú, inaugurado en los pabellones del complejo Crocus-Expo, al noroeste de la capital rusa.
En la exhibición participan más de 80 compañías de 12 países. Las principales casas europeas de la industria automotriz, como Mercedes, BMW, Audi, Volkswagen, Opel, Peugeot, Renault, Citroen y Fiat; las japonesas Toyota, Nissan, Mitsubishi, Honda, y Suzuki; las coreanas KIA, Hyundai, Daewoo; las estadounidenses Ford, Jeep, GM; la rusa AvtoVaz y otras suelen llevar a Moscú sus mejores y últimos modelos.
En el marco de la Feria se celebra la exposición Motor Show, en la que toman parte cerca de 1.000 compañías de unos 30 países, entre ellos España, Italia, Gran Bretaña, China, Corea, Japón y, por primera vez, Argentina, México, Líbano, Malasia y Singapur.
El salón recoge por tanto las últimas novedades en cuanto a automóviles y sus accesorios.
Su nueva edición cuenta por primera vez con la participación de la firma Bentley, que va a presentar en el mercado ruso su modelo más lujoso, Bentley Mulsanne. Su precio arranca en los 450.000 euros y, para conseguirlo, habrá que ponerse en la lista de espera de la concesionaria local.
Porsche escogió a Moscú para el estreno mundial de su deportivo 911 GT2 RS, cuyo motor de 620 CV es capaz de acelerar a 100 Km/h en apenas 3,5 segundos. Otra marca prestigiosa, Mercedes, enseñará en la capital rusa las versiones modernizadas de la clase CL y del nuevo Maybach.
La casa británica Jaguar presentará una versión muy especial de una de sus berlinas: se trata del Jaguar XJ Sentinel, preparado para resistir desde ráfagas de ametralladoras ligeras, hasta una explosión de casi 14 kilos de TNT a una corta distancia.